
La libertad ante
todo: el enfoque
Gallardo en el
tatuaje
Hay algo que cautiva al instante en el trabajo de Sara Gallardo. Sus diseños de tatuajes son limpios, expresivos y sin complejos, como la historia que hay detrás de ellos. En medio de la pandemia, cuando la mayoría de la gente esperaba que la vida volviera a la normalidad, Sara empezó a construir la suya en silencio. Lo que empezó con algunos equipos prestados y la ayuda de amigos dispuestos, ha evolucionado hasta convertirse en un estudio de tatuajes con agendas completas y una creciente reputación internacional. Con sede en Bélgica y viajando a menudo como invitada, Sara se está forjando un nombre haciendo las cosas a su manera. Aprendió por sí misma, creó su propio sistema y encontró la forma de superar los obstáculos típicos de llevar un negocio creativo en solitario.
Empezar desde casa
Cuando el mundo se paralizó y las rutinas se tiraron por la ventana, Gallardo encontró espacio para explorar algo completamente nuevo. Con más tiempo libre, menos distracciones y ganas de crear, empezó a experimentar con el tatuaje. Empezó de forma muy sencilla, sólo tenía lo esencial y un grupo de amigos a los que no les importaba que practicara con ellos. Aquellas primeras sesiones no sólo consistían en aprender a utilizar una máquina, sino también en desarrollar un ritmo, ganar confianza y generar seguridad. "Fue un momento tan raro globalmente, pero para mí personalmente, acabó siendo este momento superproductivo y creativo. No esperaba que creciera tan rápido".
Desde el primer día, Gallardo supo que no quería seguir el camino tradicional. "No quería simplemente unirme a una tienda ya existente y tatuar flashes todo el día", explica. "Quería construir algo que se sintiera como una extensión de mí misma". Para ella, ser tatuadora no consistía sólo en hacer un trabajo bonito, sino en hacerlo de un modo que le permitiera sentirse libre, inspirada y con el control.
Por eso da tanta prioridad al entorno como al diseño. Su estudio es tranquilo, personal y cálido. No es un lugar de gran afluencia, sino un lugar al que la gente acude en busca de una experiencia reflexiva y personalizada. "Era importante crear un espacio donde la gente se sintiera segura y atendida. Creo que ése es en parte el motivo por el que la gente vuelve, porque se siente cómoda, no apresurada". Este énfasis en la energía y la comodidad está entretejido en toda su marca, tanto offline como online.
"Quería construir algo que se sintiera como una extensión de mí misma"

Empezar antes de estar preparado
Incluso antes de considerarse profesional, Gallardo publicaba su trabajo. "Al principio, sólo publicaba por diversión, pequeñas actualizaciones, fotos de lo que iba aprendiendo. Pero la gente empezó a prestarme atención", dice. Algunos de esos primeros seguidores se convirtieron en sus primeros clientes de pago. Otros le recomendaron amigos. La bola de nieve creció rápidamente.
Al principio no hizo anuncios ni marketing formal. Fue sólo una mezcla de boca a boca y publicaciones constantes en Instagram. Como su contenido era personal y real, no pulido ni de pago, la gente conectó con ella de forma natural. "No intentaba fingir que estaba más establecida de lo que estaba. Creo que la gente apreciaba la honestidad".
Esa autenticidad ha seguido siendo uno de los pilares de su marca, ayudándola a crear una comunidad que no sólo sigue su trabajo, sino que se compromete con él.Uno de los mayores bloqueos mentales de los aspirantes a artistas del tatuaje, o de cualquier empresario, es la creencia de que necesitan muchas cosas y el equipo más perfecto para empezar. Gallardo es la prueba de que no es así: "Realmente no necesitas mucho para empezar. Tenía una máquina decente, una impresora, buena iluminación y un espacio limpio y cómodo", dice. No se trataba de tener un estudio perfecto, sino de aprovechar al máximo lo que tenía. "Creo que mucha gente se atasca esperando a que todo sea ideal, y ese momento nunca llega. Tienes que empezar con lo que tienes y crecer a partir de ahí".
Esa mentalidad se le ha quedado grabada mientras sigue creciendo. En lugar de complicar las cosas en exceso, se centra en ser ágil, flexible y dejar que su trabajo hable por sí mismo.
“Creo que mucha gente se queda atascada esperando a que todo sea ideal, y ese momento nunca llega. Tienes que empezar con lo que tienes y crecer a partir de ahí ”
Lecciones de viajes
A medida que sus habilidades crecían y su confianza aumentaba, Sara empezó a aceptar invitaciones para trabajar en estudios de toda Europa. Trabajó como invitada en lugares como Londres y Zurich, y cada estudio tenía su propia forma de hacer las cosas. Estas experiencias se convirtieron en un curso intensivo tanto de arte como de negocios. "Algunos lugares estaban muy organizados con sistemas de gestión de clientes, otros eran más de la vieja escuela. Vi lo que funcionaba, lo que no y lo que me parecía bien". Esto le permitió comprenderlo todo, desde los precios a las normas de higiene, pasando por cómo manejar los límites creativos con los clientes.
"Viajar fue muy importante para mí. Me dio perspectiva y me demostró que podía construir algo que se adaptara a mi forma de trabajar, en lugar de intentar copiar la de otra". La exposición a tatuadores internacionales también impulsó su estilo, ayudándola a perfeccionar lo que ahora se siente como una firma Gallardo muy distintiva.
"Viajar fue enorme para mí. Me dio perspectiva y me mostró que podía construir algo que se adaptara a mi forma de trabajar"

Caos
A pesar de toda la creatividad que aporta el tatuaje, la parte administrativa puede ser una pesadilla, sobre todo cuando todo se hace manualmente. Al principio, Gallardo lo gestionaba todo a través de DMs de Instagram. "Era un caos", se ríe. "La gente me enviaba mensajes a todas horas, me hacía cientos de preguntas y a veces ni siquiera aparecían". Quedó claro que este sistema no era sostenible. "Reservaba mi tiempo para un cliente, lo preparaba todo, y luego lo cancelaban en el último minuto, o no lo hacían. Eso un día entero de trabajo perdido".
En un momento dado, intentó utilizar Calendly para estructurar su agenda, pero no se ajustaba a las necesidades de su flujo de trabajo. No estaba diseñado para tatuadores, no le permitía aceptar depósitos ni gestionar los clientes y sus datos de la forma que necesitaba.
“Reservaba mi tiempo para un cliente, lo preparaba todo, y luego lo cancelaban en el último minuto, o no lo hacían. Eso es un día entero de trabajo perdido. ”
El clic con Vev
Descubrir Vev fue un punto de inflexión para Gallardo. "Buscaba algo donde la gente pudiera reservar por sí misma y pagar un depósito por adelantado. Cuando encontré Vev, todo encajó", dice. La plataforma le permitió establecer su disponibilidad, automatizar las confirmaciones de citas y evitar todo el agotador intercambio de mensajes. Ahora, sólo tiene que enviar a la gente su enlace de Vev, y ya está. Eligen su turno, pagan el depósito y reciben recordatorios automáticamente.
El cambio no fue sólo técnico, sino que cambió su forma de sentir el negocio. "Con Vev ya no me siento abrumada por la administración. Puedo centrarme en diseñar, preparar y conectar con mis clientes, en lugar de gestionar la logística todo el día". Anunciar el cambio fue fácil, hizo un post en Instagram explicando que todas las reservas pasaban por Vev, y sus clientes se sintieron realmente aliviados porque también es más fácil para ellos.
Para tatuadores en solitario como Gallardo, la gestión del tiempo lo es todo. "Cuando alguien reserva sin depósito, siempre existe el riesgo de que no se presente. Y no sólo es decepcionante, es un golpe financiero". Con la función de depósito de Vev, filtra casi por completo las ausencias. "Si alguien está dispuesto a depositar dinero, es que va en serio. Crea un nivel de respeto mutuo que antes no existía".
Esto también ha contribuido a mejorar la calidad de sus interacciones. Como la gente es más intencionada, ella puede estar más preparada. Sabe quién viene, qué quieren y puede entrar en la zona sin distracciones.
"Con Vev ya no me siento abrumada por la administración. Puedo centrarme en diseñar, preparar y conectar con mis clientes"

De cara al futuro
Gallardo no tiene prisa por encerrarse en un lugar. "Me encanta la libertad de viajar y colaborar con otros tatuadores. Mantiene las cosas frescas e interesantes". Pero no descarta tener un estudio propio algún día, quizá en el futuro abra un espacio que realmente refleje su estilo, algo minimalista, acogedor y súper intencionado.
Acabe donde acabe, sus valores seguirán siendo los mismos: calidad por encima de cantidad, personas por encima de beneficios y arte por encima de tendencias. "Sólo quiero seguir aprendiendo, creciendo y haciendo un trabajo en el que crea. Ese es el sueño". Y con los sistemas que tiene ahora, como Vev que se ocupa de la administración, tiene más tiempo y espacio para centrarse exactamente en eso.
"Me encanta la libertad de viajar y colaborar con otros tatuadores. Mantiene las cosas frescas e interesantes"

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