Pasión por el
lenguaje: El aula
global de Ana
Anastasia Burak, la fuerza creativa detrás de Onetworussian, ha transformado su amor por los idiomas en un negocio próspero. Originaria de Bielorrusia, Ana siempre ha estado inmersa en las artes, comenzando su trayectoria como violinista profesional. Sin embargo, el inicio de la pandemia cambió su rumbo.
Conectando culturas a través del lenguaje
Ana comenzó a ofrecer clases en línea de ruso cuando ya no podía actuar como músico. Este cambio le permitió combinar su pasión por el lenguaje con su deseo de conectar a las personas, lo que llevó al nacimiento de Onetworussian. “Fue un momento desafiante, pero también me abrió nuevas puertas”, reflexiona.
Con estudiantes de todos los rincones del mundo, el alcance de Ana es verdaderamente internacional. “Tengo alumnos de Australia, América, toda Europa, Corea e incluso África”, comparte. Esta clientela global refleja el atractivo universal de su enfoque de enseñanza y la creciente demanda de habilidades en el idioma ruso.
La misión de Ana es clara: cerrar las brechas culturales y ayudar a sus estudiantes a conectarse con sus parejas, familias y colegas de habla rusa. “Es una gran misión conectar a las personas a través del lenguaje”, enfatiza.
Sus clases atienden una amplia gama de necesidades, desde bailarines profesionales en Estados Unidos que necesitan entender a sus entrenadores rusos hasta individuos que simplemente aman la literatura y la cultura rusa. “He tenido estudiantes que estudian ruso porque aman a Tolstói o a Dostoyevski”, dice Ana sonriendo.
A través de Onetworussian, no solo enseña un idioma, sino que también cultiva conexiones que trascienden fronteras, demostrando que con las herramientas adecuadas y mucho corazón, uno puede crear un impacto significativo en el mundo. “No se trata solo de aprender un idioma; se trata de construir puentes entre culturas”.
“Es una gran misión conectar a la gente a través del lenguaje ”
Aprender nuevas habilidades
Empezar Onetworussian no estuvo exento de dificultades. Al principio, Ana se apoyó en plataformas de enseñanza, pero a medida que crecía su popularidad, se aventuró a crear su propia página web. “Construí mi página web completamente sola, aprendiendo todo de YouTube”, dice Ana.
La transición a la gestión de su propio negocio supuso aprender nuevas técnicas de marketing, desarrollo de sitios web y gestión de las relaciones con los clientes. “Todo era nuevo para mí, desde crear el sitio web hasta establecer un sistema de reservas”, explica. A pesar de estos obstáculos, la dedicación de Ana ha sido un factor clave de su éxito. “Al principio fue difícil, pero me encanta hacer las cosas por mí misma y ser creativa”, añade.
“Al principio fue difícil, pero me encanta hacer las cosas por mí misma y ser creativa”
Agilizando las citas con Vev
Uno de los impulsos significativos para el negocio de Ana fue integrar el software de programación de clases de Vev. “Los programas que utilizaba antes tenían funciones básicas a través de planes de pago. Vev me proporcionó un sistema de reservas sencillo y claro que satisface perfectamente mis necesidades", señala.
La perfecta integración de las funciones de Vev, como las confirmaciones de las reservas y la integración de códigos QR, ha agilizado sus operaciones administrativas, permitiéndole centrarse más en sus alumnos. “Es sencillo, elegante y todo está muy claro”, añade Ana, destacando cómo Vev ha facilitado la gestión de citas.
“La función de código QR es un gran éxito entre mis alumnos, especialmente los más jóvenes”, dice. Ana también aprecia el apoyo y la capacidad de respuesta de Vev, y añade: "Siempre que he tenido preguntas, el equipo de Vev ha estado ahí para ayudarme.”
Adaptarse a las diversas necesidades de sus alumnos ha sido una experiencia gratificante y desafiante para Ana. “Tengo alumnos de todas las edades, y su familiaridad con la tecnología varía mucho”, explica.
“La función de código QR es un gran éxito entre mis alumnos ”
Visiones de futuro
De cara al futuro, Ana prevé ampliar su oferta y llegar a más alumnos. “Estoy pensando en más contenidos para mis alumnos, como cursos de autoaprendizaje para los que prefieren estudiar de forma independiente”, explica.
Ana también planea promocionar más ampliamente su club de rusoparlantes y está considerando lanzar un podcast. “El club de ruso ha sido un éxito y quiero que lo conozca más gente”, dice entusiasmada.
Su objetivo final es seguir conectando a la gente a través de la lengua rusa, fomentando una comunidad de apoyo en la que los estudiantes puedan prosperar. “Dentro de cinco años, espero que el club sea mi principal objetivo, y quizá también tenga un podcast”, sueña. Ana también está explorando la idea de desarrollar cursos más completos y contenidos interactivos para que el aprendizaje de idiomas sea más accesible y atractivo.
“En cinco años, espero que el club sea mi objetivo principal, y quizá también tenga un podcast”
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